Asimismo,
el Duque de Mandas, prohibía la venta, permuta o hipoteca
del terreno o de los edificios, que sólo se podrían
reconstruir en caso de ruina, no permitiendo la construcción
de nuevas edificaciones, ni aún con carácter provisional.
Con objeto de que el jardín permaneciese en su estado
originario, el Duque prohibió también la modificación
de su trazado así como la tala de árboles y arbustos
a menos que las mismas fueran consultadas previamente a los
Ingenieros de Montes del Estado de Guipúzcoa y Vizcaya.
Para que la figura de
su esposa siguiese manteniendo su recuerdo en Cristina Enea,
exigió que fuese traslado su retrato de la casa de Madrid
y colocado en lugar preferente. |