Capitán de navÃo en la fragata «Mercedes» cuando, en 1804, venÃa, en unión de otras, conduciendo 80 millones de reales y fueron asaltados por los ingleses en el cabo de San MarÃa.
Las otras tres fragatas se rindieron, pero Goicoa, viendo pérdida la suya, prefirió morir antes que rendirse y entregar el botÃn.
Mandó prender fuego a la «santabárbara» y voló con su barco. Se habÃa casado por poderes y regresaba a San Sebastián para reunirse con su mujer, Josefa Bermingham.
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