Las primeras referencias al Carnaval de San Sebastián son de 1814.
En aquella época el carnaval se formaba con grupos de estudiantes, grupos de amigos y gremios de artesanos. A partir de mediados del S.XIX el Carnaval donostiarra cuenta ya con melodías propias compuestas por músicos como Echegaray o Sarriegui que inspirados en el ambiente que impregna las calles de la ciudad en esas fechas. De aquella época nos llegan noticias de un carnaval espontaneo, fresco y participativo personificado en comparsas tan memorables como la de los "Ciegos valencianos", la de los "Jardineros" o la de los "Caldereros turcos".
Es en 1882 cuando el carnaval inicia una nueva andadura en la que se introduce una cierta forma de organización en su desarrollo. Tenemos noticias de que para acompañar al dios Momo se organizó una impresionante cabalgata con dieciséis carrozas.
Para el entierro de la sardina se organizó también un multitudinario cortejo compuesto por decenas de fantasmas con velas encendidas, banda de tambores y coros que interpretaban "Il trovatore" y "Andre María trompeta" y personajes varios ( "espíritus", piquetes de guerreros, carro fúnebre, nigromantes...).
Es el carnaval de 1900 el que deja un recuerdo imborrable en las mentes de los donostiarras por su espectacularidad, la belleza de sus riquísimas carrozas y las dos obras que Raimundo Sarriegui compuso para la ocasión ("Mariscos en tierra" y "Lamentos de un chipirón").
El Carnaval continúa hasta 1924 con altibajos en su celebración, en este se decreta la prohibición del juego y se suprime la tolerancia existente para la celebración del mismo en las calles. El carnaval se restringe a fiestas de carácter privado.
Tras el período de la dictadura, es en 1978 cuando desde el Centro de Atracción y Turismo se decide recobrar la tradición del carnaval, contando para ello con sociedades populares, grupos de tiempo libre,...
Desde 1995 el carnaval donostiarra opta por dedicar cada edición a un tema genérico para animar a ciudadanos y visitantes a participar en los diversos actos programados. |