El diseñador donostiarra, Fernando Lemoniez presenta su colección en Cibeles
13/02/2007
Fernando Lemoniez siempre trajo buen gusto y costura esmerada a Cibeles. El diseñador donostiarra, sobrio, es un virtuoso de los cortes limpios en propuestas que no se ciñen demasiado al cuerpo y dan elegancia a su colección. Este año se ha aplicado mucho en la riqueza de los tejidos, desde los brocados a tafetán y el lurex para la colección de noche, con abrigos vestido que se conectan a la alta costura. Al mismo tiempo, la tijera se emplea con el mismo trazo certero a faldas sencillas rematadas en un semiglobo a través de diversos cortes. En la línea más ligera hay blusas y vestidos sueltos con estampados florales muy refinadas y otras de lunares, tras frecuentes en sus colecciones, que se rematan en pasamanería. No falta el clásico estilo Lemoniez en abrigos de cachemir, bien clásicos o sin mangas.
Ángel Schlesser también busca el minimalismo. El diseñador santanderino huye de colores y se centra en el negro, gris, crudos naturales, con algún toque naranja o rosa. Busca los volúmenes y sólo ciñe con gomas, frunces y algunos fajines. Las faldas siguen esa línea y los pantalones son o bien anchos y talle alto o bien pitillos.
El cierre de la primera jornada corrió a cargo de Ágatha Ruiz de la Prada, que, como novedad, presento diseños para esquiar (ella precisa que para hacer snowboard que es más moderno). Como siempre, colores muy llamativos, fuertes, corazones de adorno y algunos toques que quieren ser dieciochescos. Remató así su desfile con una novia vestida de miriñaque corto con polisón de tul.
 
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